miércoles, 17 de noviembre de 2010

DERECHOS HUMANOS

No cabe duda que la obra que el Comité Internacional de la Cruz Roja tiene hoy el honor de publicar, llega en un momento oportuno. En efecto, remedia una de las falencias de la hasta entonces literatura consagrada al derecho de los conflictos armados: la de una obra completa pero manejable que definiera los principales conceptos de estas dos ramas del derecho internacional que son el jus ad bellum y el jus in bello.

Cuando en 1984 se publicó el dizionario di diritto internazionale dei conflitti armati, el Cicr acogió la obra con sumo interés. Enterado de este interés, el general Pietro Verri autorizó entonces amablemente al Cicr a publicar una versión francesa.

La obra que se publicó en 1988, tras pocos días del repentino fallecimiento del autor, no es, sin embargo, una simple traducción con respecto a la edición original italiana, el diccionario fue completado por el autor y, además, se hicieron algunas modificaciones en su sistemática. Por otra parte, para hacer aún más fácil su consulta, se decidió añadirle un índice; en la versión española figuran pocos cambios con respecto a la versión francesa.

Su brillante carrera militar, su actividad científica unánimemente reconocida, sus incesantes esfuerzos tendientes a una mejor difusión de las normas del derecho humanitario y su calidad de miembro de la delegación italiana en la conferencia diplomática que concluyó en 1977 con la aprobación de los protocolos adicionales a los convenios de ginebra de 1949, confieren al general Verri una experiencia casi única.
Habría sido, pues, difícil encontrar un autor más calificado para culminar con éxito tal empresa. El Cicr, al que la comunidad internacional ha dado el cometido de trabajar en favor de la comprensión y de la difusión del Derecho Internacional Humanitario, acoge con gratitud todos los esfuerzos destinados a explicitar las normas de ese derecho y, por ende, a mejorar su eficacia.

Por su claridad y su sistemática, no cabe la menor duda que la obra que se nos presenta hoy contribuirá a ello. El Cicr guardará del general Verri el recuerdo de un amigo muy querido y de un infatigable promotor y defensor de los ideales del Derecho Internacional Humanitario. 


Prefacio a la edición en castellano

Si bien la palabra es un vehículo esencial de apertura hacia el otro, de intercambio entre las culturas, de comprensión y de paz, puede también destruir, menospreciar, matar. Como lo afirma Hernando Valencia Villa [1], muchas guerras se han originado en la palabra, por una palabra o con una palabra.

Por esta razón, el uso adecuado del lenguaje especializado del derecho internacional humanitario es una exigencia fundamental, indispensable para todas aquellas personas que trabajan en la aplicación de este derecho. En efecto, no solamente el desconocimiento de este derecho, sino también su mala comprensión pueden acarrear consecuencias trágicas para las personas que busca proteger.

Los diccionarios y, con mayor razón los especializados, no tienen por finalidad única la clasificación organizada de las palabras; deben permitir aplicar a actos específicos de la vida una definición precisa que permita comprender el contenido de dichos actos.

En contextos como el que prevalece hoy en Colombia, se ha podido constatar que la utilización errónea de expresiones que tienen un significado preciso en el derecho internacional humanitario y designan conceptos de exigencias muy determinadas, tales como “zonas de seguridad” y “zonas neutrales”, ha podido suscitar en el seno de la población esperanzas que, de hecho, han aumentado el riesgo que corre.

La palabra utilizada con fines de propaganda no hace más que crear confusión entre los hombres en armas, así como entre las personas protegidas por el derecho internacional humanitario. En cambio la palabra utilizada con el afán de verdad permite poner en marcha, paso a paso, procesos que refuerzan la confianza y facilitan la comprensión entre los beligerantes, y que pueden, incluso, por este hecho, contribuir al restablecimiento de la paz.

Los diccionarios no sustituyen el pensamiento conceptual, sino que refuerzan la estructura lingüística. Hay que comprender, hoy, que la argumentación del discurso se apoya, como lo ha explicado Robert Alexy [2], en un acuerdo de base sobre el contenido de las palabras. Cada palabra que no distorsione la realidad, sino que, por el contrario, trate de traducirla, puede contribuir a resolver muchos problemas generados a menudo por incomprensiones, tanto como por falta de acuerdos entre los protagonistas.

Por todas estas razones, el Comité Internacional de la Cruz Roja está muy complacido de poner a disposición del público de habla hispana el presente diccionario, uno de los más completos en la materia.

Espera que esta obra permita comprender mejor los diferentes conceptos del derecho internacional humanitario y que contribuya, asimismo, a su difusión. El conocimiento de este derecho por parte de todos aquellos a quienes concierne es, en efecto, un punto de partida obligado para cualquier tentativa de poner fin o, al menos, de reducir las crueldades que resultan de sus violaciones.

La versión original italiana del presente texto data de 1984. Fue publicada en francés por el Cicr en 1988, en una versión revisada y aumentada por su autor, el General Verri, con la ayuda del señor Antoine Bouvier.

Presentamos nuestros agradecimientos a la delegación del Cicr en Colombia por haber tomado la iniciativa de publicarlo en versión española. Presta así un enorme servicio a todos los que se preocupan por hacer respetar más el derecho internacional humanitario en los países hispanoparlantes.

Asimismo, rinde con ello un homenaje al deplorado general Verri, quien consagró una buena parte de su vida a hacer conocer mejor, comprender y aceptar el derecho internacional humanitario en el seno de las Fuerzas Armadas.

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